sábado, 29 de diciembre de 2007

La Insoportable Perversidad del Ser

El Cuerpo en Fuga, el primer libro de Mariano Muñoz-Hidalgo es tentador, iconoclasta y pasional. " Se puede resistir todo, menos la tentación..."
Un texto como el presente, que desea y pone en evidencia tal deseo, que se erotiza con sus propios descubrimientos y se refocila en tamizarlos lúdicamente, que se yergue ganoso y con desparpajo irreverente ante una hermosa Esfinge -la Comunicación Social- que tras una sensual fachada discursiva oculta un temoroso desprecio por los sujetos que contempla a través de su ojo-pantalla es, por cierto, un texto insistente y desvergonzado que busca ir penetrando, gozoso, al conjunto de imágenes e ideas que componen la anatomía de esta contradictoria sacerdotisa del carnaval medial.
Sorprendida en actitud de dominio, ella no puede evitar ir entreabriéndose, separando los pliegues y sinuosidades que constituyen su estructura, entregando parte de su flujo significante a la exploración cuidadosa, acariciantemente cautelosa que el texto realiza.
Y en este desnudamiento progresivo de la estructura profunda de la comunicación social, el texto no puede evitar personalizarse por completo, asumir una identidad reconocible (y al término de este paréntesis este ensayo hablará en primera persona) pues creo convencidamente que es incluso en las estructuras discursivas de superficie donde también debo encabalgar al texto y a la persona, para que este prolegómeno que comenzó como un galanteo entre el Cuerpo y la Idea llegue de una buena vez donde quiero insertarlo: la brecha resbalosa y vertical que asocia al Deseo con el Poder, la epistemología de la comunicación de masas, su centro de poder y pudor...
EL AUTOR

1 comentario:

Felipe López Huerta dijo...

Viajando por esta red inerte e invisible, me encontré con una grata sorpresa, he leido el libro que me regaló en el pasado Encuentro de Historiadores, y puedo decir que Neruda me impresionó mucho más al tener una claridad de sus contenidos,
Muchas gracias por las enseñanzas, aunque no lo crea aprendí demasiado de sus palabras, se despide Felipe el de "la polera colorada"
También lo dejo invitado a mi blog.